miércoles, 30 de octubre de 2013

Cuentos y tecnología para que los jóvenes conozcan su ciudad, Patrimonio de la Humanidad.



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Envueltos en la historia de Engayo Soto, que escucharon con los auriculares conectados a su teléfono móvil después de haber pulsado “play” en el archivo de audio digital “Engayo Soto”, los más de 70 alumnos del IES La Laboral de La Laguna partieron el pasado viernes, 21 de octubre, en busca de las monedas de oro del “Barón de Aguere”.




Con el plano del casco histórico publicado en la hoja central del periodo “LaLagunaMensual” en una mano y su inseparable teléfono móvil en la otra, pasearon y corrieron bajo el sol de otoño por las calles Herradores, La Carrera y la Calle Real; emplearon la red social Twitter para acceder al cuestionario que les guió por el juego de pistas; utilizaron aplicaciones móviles como Instragram para fotografiar y etiquetar o Cifrar con Ñ para desencriptar palabras claves de lugares a dónde dirigirse y preguntas a responder que los conducían a la Casa del Corregidor, el Convento de Las Catalinas, la Casa de la Alhóndiga, el Teatro Leal, la Casa Bigot, el Palacio Lercaro, entre otros de los muchos monumentos e inmuebles de interés; ; aprovecharon la mensajería rápida, fundamentalmente Whatsapp, como medio de intercambio de información, sensaciones y emociones; y aprendieron jugando que, en esas calles peatonales, plazas y plazoletas, donde normalmente se reúnen y conversan, charlan, intercambian opiniones y sueños, existen inmuebles públicos y privados, casas señoriales, monumentos, que ayudaron a que la ciudad fuera declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999 por conservar prácticamente intacto su diseño urbanístico, concebido en los tiempos de los Reyes Católicos, siendo su ciudad un ejemplo único de “ciudad de paz” no amurallada.

En torno a la una de la tarde comenzaron a llegar a la plaza del Dr. Olivera, junto a la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción. Con más aciertos unos que otros, todos habían intentado resolver los 25 acertijos y enigmas cifrados, empleando el plano y su teléfono móvil como recurso educativo. El descubrimiento de los monumentos e inmuebles de su ciudad descifrando mensajes secretos llegaba a su fin; las monedas de oro del “Barón de Aguere” habían sido halladas.




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